EL PODER DEL CUERPO Y LA PALABRA. COMUNICACIÓN NO VIOLENTA PARA TERAPEUTAS (y otras profesiones de ayuda)
Para introducir este gran tema te voy a contar mi historia de cómo se fue haciendo un hueco en mi práctica profesional la Comunicación No Violenta (CNV) y se ha convertido en una compañera fiel en mi día a día.
Conocí la CNV impartiendo formación en empresas en Comunicación Interpersonal Eficaz, que en un lenguaje llano viene a ser "Hablemos para entendernos". Me llegó a través de un buen compañero de batallas formativas, Antonio Giménez-Rico, y desde entonces no he dejado de querer saber un poco más de este enfoque. Para mi lo interesante fue ese lado práctico y lúdico del cual impregnamos cada dinámica para practicar la CNV, donde no sólo poniamos conciencia en las palabras, sino también en el lenguaje corporal que las acompañaba.
Unos años después, asentada ya en la psicoterapia como forma de ganarme la vida, y desde mi sensación de falta de recursos como madre (esta es otra historia para otro post), quise formarme como Coach de Familia con Rocío Gómez Sanabria, y…voilá, allí estaba de nuevo la CNV como parte de la formación.
Y qué manera de practicarla…Esto sólo se puede entender experimentándolo: volví a comprobar con entusiasmo que la parada en el cuerpo cobraba un gran protagonismo, especialmente cuando queríamos entender y escuchar nuestros sentimientos y necesidades más profundas.
Dibujo de Rocío Gómez Sanabria (creadora de la Escuela Internacional de Coaching de Familia)
¿POR QUÉ INCORPORAR LA COMUNICACIÓN NO VIOLENTA EN PROCESOS TERAPEÚTICOS?
En las profesiones de ayuda las personas acuden a nosotras buscando alivio a un sufrimiento que lleva más o menos tiempo instalado, y en muchas ocasiones, la propia persona no sabe de dónde viene. Entonces se abre un camino de autoconocimiento, de poner la mirada en uno mismo y de ir haciendo consciente lo que hasta el momento se ha mantenido oculto.
En este proceso es muy importante la calidad de la presencia y la comunicación entre el consultante y el terapeuta. Desde mi experiencia, es clave conocer y practicar la CNV para crear un clima de confianza, un ritmo pausado, una escucha sin juicio y una aceptación incondicional.
La CNV practicada con esta conciencia corporal nos abre puertas para la conexión, el entendimiento y la sanación. Incluirlo en el proceso terapéutico es aprovechar el recurso más cercano para el terapeuta y el paciente: siempre va con nosotros, siempre está disponible.
Además….
Los y las terapeutas tenemos una profesión solitaria. Esto es un hecho. La CNV nos invita a explorar el origen de la comunicación, nuestro propio diálogo interno, escuchar las sensaciones corporales, sentimientos y necesidades que nos despierta lo que la persona trae a la sesión. En mi caso, esto ha sido muy valioso para acompañarme, y al mismo tiempo, estar conectada con lo que hay, y poder ofrecer una escucha realmente empática.
Como (casi) siempre, esto se aprende practicando y practicando. Si quieres practicar con nosotras en una jornada que hemos preparado Rocío y yo con mucho cariño, pincha en el enlace de abajo.
Nos encantará verte dentro.
https://coachdefamilia.com/comunicacion-no-violenta-para-terapeutas/